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junio 20, 2012

Un amor increíble

Todos y cada uno de los detalles de la Piazza Spagna le recordaban a ella, a su viaje. Fue algo inolvidable, algo que después de todo lo pasado lo seguía recordando como increíble. Roma, su ciudad, Italia, su país, fueron los testigos de lujo del desarrollo de tan precioso amor. La grandiosidad de las calles romanas acompañaban a la espectacularidad de aquellos años. Estaba enamorado de ella. Le encantaba estar a su lado, disfrutar de buenos momentos junto a ella, dar paseos interminables, saborear cada uno de esos encantos que le ofrecía. Alguien podría tacharlos como locos, pero era algo tan genial que se hacía inexplicable a los ojos de los demás. Para él también era una sensación nueva, nadie nunca antes había conseguido que él sintiera tanto como lo hacía por ella. Poco a poco su recuerdo se hacía más lejano. La angustia comenzaba a invadirle, no podía verse alejado de ella...
Sobresaltado despertó, miró a uno y otro lado de la cama. No recibía calor humano por ningún costado, pero no le importaba, sabía que la volvería a ver, eso se lo recordaba la fotografía que aún guardaba en la mesa de noche como un verdadero tesoro. Mantenía vivo su recuerdo, cercano su encanto. Realmente se había enamorado de ella, estaba enamorado de Roma.

junio 11, 2012

Corazón desordenado, habitación vacía

Mi cama llora por haberte tenido por un momento, por haberte sentido tan cerca esa maravillosa hora. Mis sábanas te echan de menos y no dejan de oler a ti, un olor siempre especial que me será difícil de olvidar. Mi almohada aún conserva tu forma, aún guarda alguno de esos preciosos cabellos morenos que desprendías. Mi habitación busca alguien a quien acoger, un nuevo inquilino que supla tu salida.
Últimamente todo está desordenado, los sentimientos no están en su sitio, la pena y la añoranza tienen aires de grandeza, buscan un protagonismo que no les pertenece. El miedo a vivir sin ti permanece oculto en una esquina, pero con una fuerza mayor de la que acostumbra. Encima de la mesa sin orden y concierto quedan las alegrías que me dejaste vivir a tu lado. Por el suelo, pisoteado, está mi amor, mi cariño. Y en la cama sigue la esperanza, esperándote. Extraño como todos los sentimientos se agrupan en un sólo corazón, fuerte por las experiencias vividas, un corazón como es el mío. Y aquí sigo yo, viendo mi cama vacía, con mis sábanas oliendo a ti, y mi habitación buscándote y llamándote a gritos