Entre tu boca y la mía hay un cuento de hadas que siempre acaba bien

Siempre acaba con el beso de despedida, el mas feo de todos los que haya recibido de tus labios. Hay besos con los que me haces soñar, besos que consiguen que me olvide de todo lo demás, besos a los que solo se puede responder con un te quiero, besos con sentimiento, de esos que te llegan a lo mas profundo de tu alma. Una tarde contigo es como una tarde en el paraíso. Sin mas problemas ni preocupaciones que disfrutar de tu compañía, sea cuando y donde sea. La droga de este amor cada vez me pide mas, mas de tus besos, de tus caricias, de tus miradas, de tus palabras, de esas que no me dices con la boca, sino de las que me dices con el alma. 

Para iluminar mis días

Cuando nadie hacía que saliera el sol en mis mañanas apareciste tu para iluminar mis días. En el momento menos esperado, pero en el momento propicio. Las cosas sabemos cuando y como empiezan, pero no cuando ni como acaban, pero lo bonito, es pensar que no acaba nunca. Cuando ya le había dado la espalda al amor, al querer, al sentir, al preocuparse de los problemas de otro como si fueran los tuyos mismos, al hablar con miradas, al sentir cada palabra, al emocionarse con cada beso, apareciste tu, de entre la nada, para iluminar mis días.