Semana Santa malagueña

Ganas de estar en Málaga, de que sus calles huelan a incienso, de que las cornetas y los tambores rompan con el ruido de la ciudad, de que la Alameda esté por la mañana protegida por unas sillas vacías y guardadas y, por la tarde, repletas de gente con ganas de ver como los tronos se pasean por las principales calles de la ciudad. Sobre todo ganas de enfundarme la camisa blanca, la corbata y la túnica burdeos. Coger camino a uno de los barrios más cofrades de Málaga, El Perchel. Entrar en la nueva casa de hermandad e hincar el hombro como un hombre de trono más sobre los varales del trono de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia. Pasear a ''El Chiquito'' por las hermosas calles malagueñas junto con todos mis hermanos cofrades. Ganas de Semana Santa, ganas de Málaga

Mañana fatídica de domingo

Las olas se confundían con la arena al igual que tu recuerdo lo hacía con las lágrimas. Era lo que nos quedaba desde ese momento, tu recuerdo. Algo que tu te empeñaste en hacer bueno, y lo conseguiste. Con él estás presente en nosotros, diariamente. Cuando se necesita de una vía de escape, rápidamente resuenan tus consejos, como si los escucháramos en ese mismo instante. Tan sólo faltan tus abrazos, tu mirada, tu sonrisa... porque tu fuerza la tenemos.